lunes, 14 de mayo de 2012

¡¡Mamáaaaaaaaaa que me derritoooooooooo!!

Entre días soleados, litros de rebujito y boñigas de caballo de kilo y medio (las boñigas, no los caballos), muere un año más la feria de Jerez con la desesperación, la nostalgia, el dolor, la tristeza, la añoranza, la angustia, la desdicha, la pesadumbre, el quebranto y la pena como sentimientos imperantes en el alma de los jerezanos y, con especial ímpetu, en el de los jóvenes, para quienes la feria es una semana mortífera de juerga sin descanso, en la que solemos llegar al sábado con una desorientación curiosa y con la flora intestinal en rompan filas, al menos personalmente. Esto último como consecuencia de la monotonía en la comida y la bebida. Y personalmente también, sin saber la razón, esta feria ha sido un pelín/bastante más aburrida que algunas anteriores. O quizás solo diferente, pero me ha gustado, y por lo leído en Twitter, veo que le ha ocurrido lo mismo a mucha gente. Puede que el motivo sea ese alma en pena llamado segundo de bachillerato que nos persigue la conciencia y no nos deja disfrutar... o no. Aún así, ha habido un momento estrella a ultimísima hora, el sábado 12 a eso de las dos de la mañana, por lo que ya más bien era domingo, bueno más bien no, era domingo del todo, por el que esta feria ya ha merecido la pena: trece tíos montados en el tótem en calzoncillos, donde el ruso dueño de aquello no tuvo más remedio que grabarnos porque le dio la gana. La gente echando fotos y aplaudiendo... oh, un despelote!  Prueba de ello son los vídeos del final de la entrada, uno a modo de espectador y otro desde dentro.
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Dejando a un lado el tema ferial, quería hablar una mijita del verano. Pero no del verano de junio, julio, agosto... no, no. El verano que, como alguien dijo en Twitter, nos ha pillado in fraganti sin saber ni dónde están los ventiladores ni dónde está el mando del aire acondicionado. Esta misma noche ha sido una tortura japonesa lo que yo y mucha gente más ha vivido en sus camas aún con edredones invernales a sus pies. La desesperación ha abarrotado Twitter, pues entre el calor y el haberse levantado a las tres de la tarde toda la semana de feria, a ver quién era el vacilón que se quedaba frito a las doce. Qué barbarie, qué malestar, qué cosa. Ni por la ventana entraba fresquito. Simplemente un bajío caliente que parecía que algún ser superior te estaba echando el aliento. Las sábanas completamente pegás. La almohada ¡CALIENTE POR LOS DOS LADOS! ¡¿Donde se ha visto eso?! La gente pedía piedad y auxilio, a través de tweets que no encontraban una respuesta que pudiera ayudarles. Así me he levantado esta mañana, con la cara cual perro maltratado. Lo mejor esque hace un rato he intentado dormir la siesta y... tampoco! Esto es Andalucía, hemos pasado de lluvias apocalípticas al calor del sáhara a las 4 de la tarde tomando colacao hirviendo en cuestión de días. Arrepentíos, el fin esta cerca.

Y aquí, los vídeos prometidos, difundirlos por ahí coño, que somos unos valientes!

Desde fuera (el auténtico grabado por Dimitri)




Desde dentro (el que te marea toíto)





PD.- Soy el de la camiseta verde, el que en unos segundos del primer vídeo se agarra al palo cual mono tití.

jueves, 3 de mayo de 2012

ESTO ES LA FERIA DE JEREZ


Después de hacer un exámen terrorífico del Barroco y el Neoclásico por la tarde, y después de que me haya salido de esas veces que tú dices: "po ira, en verdá no está malote, yo creo que al seis llego sobrao", anuncio públicamente que ya está aquí la feria de Jerez de la Frontera 2012, por si algún visitante forastero y/o extranjero de Agustisimísimo anda perdido por las penumbras de esta vida. Oficialmente, el 'alumbrao' es el lunes 7, pero a los jóvenes estudiantes que vivimos amargados y hundidos en el agobio y las prisas de segundo de bachillerato (y no de segundo de bachillerato) eso, básicamente, nos lo pasamos por el forrito. Para nosotros la feria empieza mañana viernes con la barrilá, que para el que no lo sepa, es un botellón a lo grande (ya que cualquier excusa es buena para beber) en la parte de atrás del Parque González Hontoria. Que llueve, pues nos mojamos. Que llueve el sábado, pues nos mojamos, pero borrachos.

La feria llega en el mejor momento posible, a excepción de los dos exámenes que tengo el lunes y el martes, lo que significa que el mismo martes a las cuatro de la tarde estoy yo con el macetón de rebujito y el sol pegando a veinticatorce grados por lo menos... porque sí, por fín parece que llega el tiempo bueno, o al menos eso dice internet, según el cual a partir del domingo no llueve más. Y esque ya era hora. Todos los fines de semana lloviendo, con viento o con frío, y los lunes a primera hora un solano en la clase de esos que te pegan en la nuca y tienes que bajar hasta la persiana porque sino te salen dos o tres lunares nuevos. Además, aunque no llueva, en feria lo que pega es el sol y el calor. En feria lo que pega es pasearse por el parque con 28 grados mínimo en mangas cortas y en pantalón corto a poder ser. En feria lo que pega es tener que comprar una segunda bolsa de hielo porque la primera se te ha derretío. En feria lo que pega es regatearle a un negro pa comprarle unas gafas de sol de esas RayBan de mentira que como mires al sol con ellas te quedas ciego pa to la vida. Eso, y por la noche no pasar frío cuando se vaya el sol, y hartarse de casetas. Y después, con el cuerpo contento, montarse en el tótem, acabar destrozao y comerse siete serranitos o, en su defecto, una baguette de hamburguesas o de salchichas que le dices tú al tío que te vende "échale, échale ahí tó lo que tengas, cebolla, tomate, kéchu, mostaza, de tó". Y escuchar sevillanas a tóas horas, y al día siguiente levantarte reventao pero a las cuatro de la tarde tirar otra vez para la feria. Y ver las cachas y los escotes de las mujeres que te alegran la vida. Y oler a mierda caballo. Eso es la feria de Jerez, y después de feria, ya veremos qué pasa. El que sea de Jerez, sabe de lo que hablo.

Y de regalo, las sevillanas indignadas, con el Canijo de Jerez, entre otros: