jueves, 28 de junio de 2012

Mis conclusiones sobre París


En lugar de contar con detalles las vivencias en tierras parisinas entre los pasados 23 y 27 de junio por flojera, por mala memoria o por lo que sea, voy a anotar unas breves conclusiones que he sacado, con la ironía que caracteriza a este blog, tras este viaje que no me ha dejado para nada indiferente:
  • Visita Francia sólo si eres el presidente del gobierno, Cristiano Ronaldo, Messi, o traficante. Al resto de los mortales no les llega el sueldo. Más caro imposible.
  • Si oyes 'escusemuá' (excusez-moi) o 'pagdón' (pardon), ambos traducidos como 'disculpe' o 'perdone', apártate, cúbrete, sal corriendo o defiéndete. Los franceses piden permiso, pero mientras lo piden, van avanzando por minúsculos huecos en brutales aglomeraciones con los codos por delante, a empujones y desplazando a todo ser que se interponga en su camino. Y algunos eran negros de 2 metros... imagináos a donde pude llegar más de una vez.
  • Cantar un gol de España en el Trocadero (donde ponen un pantallón para que miles de personas vean Francia) no tiene precio, aunque acto seguido haya que huir de allí debido a las fulminantes miradas de los autóctonos.
  • En París hay de todo menos franceses puros. Es un ecosistema de latinos, asiáticos, africanos, hindúes y rumanos. El infierno de cualquier xenófobo. Eso sí, hablaban todos francés.
  • Te puede ocurrir que preguntes algo en inglés, te respondan en francés y que termines contestando en español. Finalmente, llamarás a tu profesora para que te traduzca o gesticularás hasta conseguir aquello que te propones.
  • La Gioconda es la cosa menos impresionante y que más gente acumula frente a sí. ¿Cómo lo hará?
  • Cuidado con subir a la Torre Eiffel. Pagas 12,50 € y puedes perderte al bajar, además de terminar con los gemelos a la altura de las cejas. Eso sí, las vistas son espectaculares.
  • En las habitaciones de los hoteles no se puede fumar, ni beber, ni escuchar música, ni ver la tele ni jugar a las cartas más allá de las nueve de la noche. Si quieres pasártelo bien allí, tiene que ser en silencio, algo que para los españoles y andaluces resulta imposible, o al menos para mi.
  • Jamás le compres una Heineken a un rumano en Montmartre. Super fría, sí, pero acto seguido aparecerán de la nada miles de rumanos ofreciéndote ofertas casi inrechazables para venderte más. Te tomas una cervecita y te tachan de borracho...
  • Los chinos, japoneses y similares van a los museos a echar fotos a las obras en las que mucha gente se para a observar con unas cámaras ultraprofesionales, pero sin detenerse a mirar la obra. Además, hablan solos mientras avanzan entre la marabunta con la cabeza agachada y sin detenerse, hasta colocarse los primeros para conseguir su maldita foto. Y si ves un grupo de asiáticos avanzando, huye. Podrías morir aplastado.
  • Mala suerte es ir una vez en tu vida a Disneyland París y que se lleve absolutamente todo el día lloviendo. Se mojó la cabalgata, el hermano mayor de la Cenicienta anunció que no harían estación de penitencia y la Bella Durmiente tuvo que meterse en el castillo de Blancanieves.
  • Al parecer, Lilo & Stitch son más importantes que Tarzán, El Rey León o Monstruos S.A. Mil cosas de la primera película y nada de las tres últimas. Indignante.
  • El concepto "prohibido flashes de cámaras" es algo que allí la gente se pasa por el forro.
  • Si quieres tomarte un cubata, tiene que ser caliente. ¡NO EXISTE EL HIELO PARA LAS BEBIDAS!
  • Si te estás meando infrahumanamente y estás en la calle, deberás abonar un precio entre los 20 y los 50 céntimos para entrar en el servicio de un bar. O consumir un coca-cola a 4,50 €. Mejor salir de casa con la vejiga urinaria completamente vacía, la frase más utilizada de los dueños de los bares es "Only for customers".
  • Los palomos/as parisinos tienen sobrepeso, y no se asustan cuando los persigues, con dos huevos. Igualitos que las palomas de las Angustias...
Éstas y algunas que seguro que se me olvidan son las conclusiones que he podido sacar tras mi viaje a París que, sin embargo, repetiría sin dudarlo. La ciudad de París es impresionante y se la recomiendo a cualquiera. Bueno, perdón, a Rajoy, a Ronaldo, a Messi o a un traficante...

PD.- Mi nota de selectividad ha sido de 9,8 sobre 13, con un sorprendente y maravilloso 10 en filosofía. Supongo que el año que viene seré sin problemas estudiante de periodismo en la facultad de comunicación de Sevilla.

viernes, 22 de junio de 2012

Au revoir!


La imagen no signfica que mañana vaya con Francia en los cuartos de final de la Eurocopa -jamais-, sino que dentro de unas tres horas y media me piraré unos días de estos lares para hacer el viaje de fin de curso a París hasta el próximo miércoles por la noche. Espero que no me echéis mucho de menos y que tengais otras alternativas bloggeras a Agustisimísimo, aunque comprendo que sea difícil para otros estar al altura.

Un saludo, un abrazo y hasta pronto!

PD.- El primero que comente en esta entrada tendrá un Mickey Mouse de peluche a tamaño real en cuanto regrese de París...º

domingo, 17 de junio de 2012

El símil de la cagalera


Sinceramente, debería escribir esto mañana por la noche, pues es mañana por la noche la auténtica víspera del que hasta ahora es, sin duda, el momento más importante de mi vida. Sin embargo, no escribo esto mañana por la noche porque, también sinceramente, mañana a esta hora no atinaré a escribir más de dos palabras con sentido, pues los nervios estarán a flor de piel y, además, estaré acostaíto para dormir horas suficientes. Supongo que los que leéis esto ya sabréis de lo que hablo. Su nombre es selectividad, y es el motivo por el que las ventas de infusiones, tilas y tranquimazines se disparan en estos días. Y esque la gente sufre, y mucho, con la PAU, llegándose incluso a desmayar a las puertas de la universidad, algo que ya me parece un pelín de novela de Localia TV.

Pero sí, esta preparación de selectividad con días enteros estudiando en la UCA y sobreviviendo a base de cafés, redbulles, etc. está siendo como una larga cagalera -gastroenteritis, como se conoce refinadamente-. He puesto un símil cotidiano para que todos lo entendáis, pues creo que todo el mundo ha tenido alguna vez cagalera, y se basa en lo siguiente: las interminables tardes de estudio podrían compararse a ese infernal retortijón que se te presenta cuando tienes gastroenteritis y con el cual parece que vas a morir si no sueltas la mercancía. Sin embargo, y aunque parezca mentira, llega un momento en el que se te pasa y todo vuelve a la normalidad. Pasaste incluso calores de muerte y sentiste que no lo superarías. Cuando llega la calma, es cuando llegas a casa, te duchas, comes, estás un ratito en el ordenador y te acuestas. Cuando te levantas y vuelves a estudiar, es como un nuevo retortijón. Así, días y días sin expulsar lo que llevas dentro y que vas reteniendo, aunque creas que no. Los dos primeros días de exámenes tienes retortijones más fuertes que nunca y haces de vientre un par de veces, quedándote más tranquilo. El último día tienes también un brutal retortijón y sientes la flora intestinal en rompan filas, una vez más. Sin embargo, obras definitivamente y terminas de echarlo tó... dejando el váter que parece que han rebañao sirope de chocolate. Desagradable, sí, pero así es. Después de esta última evacuación, tienes unos días de recuperación, hasta que el día 27 te recuperas del todo, cuando te dicen que has aprobado y que entras en la carrera elegida. Tras este crucial momento, estarás más sano que nunca y con unas ganas terribles de vivir la vida. Y sobre todo, con un maravilloso verano por delante.

Por ello, envío de aquí todos mis ánimos para aquellos andaluces que a partir de pasado mañana nos enfrentamos a selectividad, asegurándoos que vamos a aprobar todos, entrando en nuestra deseada carrera. Creo. Espero. Ojalá que sí. Espero que hayáis disfrutado con mi maravilloso símil de la cagalera, tanto estudiar a Platón tenía que dar sus frutos.

domingo, 3 de junio de 2012

GRAN GALA PREMIOS VODKA 2012

En esta entrada no me voy a sofocar mucho escribiendo, más que ná porque veo nublao ya debido a las altas horas nocturnas. Sólo comentaré que es lo primero que publico desde el portátil que me ha regalado mi padre para cuando me vaya a Sevilla a estudiar (¿te imaginas que no entro en la carrera?). Gangazo. De 800 euros y pico, a 200.

Bueno, que eso. Sólo escribo para dejar por aquí también el vídeo de la gran gala de los premios Vodka 2012, que no es otra cosa que una parodia que hicimos el día de nuestra graduación (1 de Junio) dos compañeros y yo. Yo soy el genial intérprete. Dale al play y espero que te guste. Y si te gusta, dale a me gusta, no seas incoherente.

PD.- Os dejo el enlace, porque el cabrón del portátil no me deja copiar el código de inserción:

http://www.youtube.com/watch?v=FSDLoB2i0Yg

viernes, 1 de junio de 2012

Gaudeamus igitur


Tropecientosveincuatromilsetecientoscuarentaydos exámenes y otras tantas tardes de estudio desbocado después, terminó la pesadilla. Parece que Septiembre era ayer y que era ayer también cuando vivía en el desconcierto de no tener ni la más mínima idea de lo que era la exigencia de segundo de bachillerato. Será un repaso de primero... no será pa tanto... NO NI NÁ! ¿Onde vá, picha? No me he muerto de milagro. Las neuronas me pedían libertad, los bolígrafos veían finalizar su vida al ritmo que su tinta se iba acabando más rápido que nunca. Los libros tenían más sobrepeso que nunca. La mochila pedía auxilio al portar alrededor 15 kilogramos en su interior. Las semanas tenían más exámenes que días, más exámenes que horas. He llegado a estudiar 27 horas diarias. Horroroso.

Aún así, como he dicho al principio, el abismo interminable en el que me perdí el día 15 de Septiembre de 2011 ha tocado su fondo. He visto la luz del túnel y he logrado escapar vivo. Con un 7,42 de media, para ser exactos. Sin embargo, es una falsa alarma, porque cuando tu mente dice basta, el sofocante calor te deja sedao perdío, en tu casa empieza a oler a gazpacho y en el frigorífico está la típica sandía que abre las puertas al verano, aún quedan dos semanas por delante en las que hay que prepararse a piñoncito seco la selectividad, a la que ahora la llaman PAU. Putada, sí, pero si hemos sobrevivido triunfalmente a segundo... ¿por qué no vamos a sobrevivir a cuatro o cinco exámenes? (Vaya frase motivadora os he dejao, eh... de nada).

Y hoy, chunda chunda, party, fiesta, tomaquetoma, juega, jaleo, perreo intenso sudando a chorros. Pero con moderación, jajaja! Hoy es mi esperadísima graduación, y la de tantísimas personas que como yo, todavía están de resaca de estudios. Mañana, todos estaremos de resaca de otra cosa. Tras la ceremonia de mi colegio, iremos a una venta donde tienen la cena cuatro o cinco institutos más, y después, en autobús hacia la Galería, una discoteca que yo todavía no he pisado, pero que según dicen es inmensa, donde también irá hoy tó Jerez y parte del extranjero, por lo visto. Hoy es uno de esos días donde las risas, los cubatas y la gente dándolo todo no van a faltar. Mañana, descanso. El domingo, exámen de conciencia y mentalización, y el lunes... vuelta a los libros/apuntes. Aún así, se afronta con la motivación de saber que sólo son dos semanas. Además, al día siguiente de terminar selectividad, me piro a París de fin de curso. Y después... bueno, eso ya no se puede contar. Creo que este verano me faltarán días de fiesta. Sin duda, será el mejor de las personas que han terminado segundo y que han logrado alcanzar sus objetivos. Y el que diga lo contrario, miente.

Tened cuidadín esta noche, os estaré vigilando. Un saludo, figuras!