viernes, 1 de junio de 2012

Gaudeamus igitur


Tropecientosveincuatromilsetecientoscuarentaydos exámenes y otras tantas tardes de estudio desbocado después, terminó la pesadilla. Parece que Septiembre era ayer y que era ayer también cuando vivía en el desconcierto de no tener ni la más mínima idea de lo que era la exigencia de segundo de bachillerato. Será un repaso de primero... no será pa tanto... NO NI NÁ! ¿Onde vá, picha? No me he muerto de milagro. Las neuronas me pedían libertad, los bolígrafos veían finalizar su vida al ritmo que su tinta se iba acabando más rápido que nunca. Los libros tenían más sobrepeso que nunca. La mochila pedía auxilio al portar alrededor 15 kilogramos en su interior. Las semanas tenían más exámenes que días, más exámenes que horas. He llegado a estudiar 27 horas diarias. Horroroso.

Aún así, como he dicho al principio, el abismo interminable en el que me perdí el día 15 de Septiembre de 2011 ha tocado su fondo. He visto la luz del túnel y he logrado escapar vivo. Con un 7,42 de media, para ser exactos. Sin embargo, es una falsa alarma, porque cuando tu mente dice basta, el sofocante calor te deja sedao perdío, en tu casa empieza a oler a gazpacho y en el frigorífico está la típica sandía que abre las puertas al verano, aún quedan dos semanas por delante en las que hay que prepararse a piñoncito seco la selectividad, a la que ahora la llaman PAU. Putada, sí, pero si hemos sobrevivido triunfalmente a segundo... ¿por qué no vamos a sobrevivir a cuatro o cinco exámenes? (Vaya frase motivadora os he dejao, eh... de nada).

Y hoy, chunda chunda, party, fiesta, tomaquetoma, juega, jaleo, perreo intenso sudando a chorros. Pero con moderación, jajaja! Hoy es mi esperadísima graduación, y la de tantísimas personas que como yo, todavía están de resaca de estudios. Mañana, todos estaremos de resaca de otra cosa. Tras la ceremonia de mi colegio, iremos a una venta donde tienen la cena cuatro o cinco institutos más, y después, en autobús hacia la Galería, una discoteca que yo todavía no he pisado, pero que según dicen es inmensa, donde también irá hoy tó Jerez y parte del extranjero, por lo visto. Hoy es uno de esos días donde las risas, los cubatas y la gente dándolo todo no van a faltar. Mañana, descanso. El domingo, exámen de conciencia y mentalización, y el lunes... vuelta a los libros/apuntes. Aún así, se afronta con la motivación de saber que sólo son dos semanas. Además, al día siguiente de terminar selectividad, me piro a París de fin de curso. Y después... bueno, eso ya no se puede contar. Creo que este verano me faltarán días de fiesta. Sin duda, será el mejor de las personas que han terminado segundo y que han logrado alcanzar sus objetivos. Y el que diga lo contrario, miente.

Tened cuidadín esta noche, os estaré vigilando. Un saludo, figuras!

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