El tiempo. Aquello que nadie puede detener. Aquello que una vez que se va, nunca vuelve y aquello que a veces regalamos a la persona equivocada... el tiempo, culpable del desasosiego, aquello que vuela como el humo y que a veces tiramos como la colilla de un cigarro. Aquello que nos hace envejecer y a quien nadie ha sabido plantarle cara... el tiempo... ay, el tiempo... eseHIJO PUTA QUE ME JODE FINES Y FINES DE SEMANA, MES A MES, AÑO A AÑO SIN REMORDIMIENTO.
En serio. Esto que estoy escribiendo ahora mismo lo estoy escribiendo por el simple hecho de rajar, de quejarme. Ya lo decía mi padre, que si queremos que llueva, solo tenemos que lavar el coche el día anterior. Qué barbaridad. Podemos llevar fácilmente cinco meses con buen tiempo entre semana (cuando digo buen tiempo me refiero a SOL, a ausencia de VIENTO y a ausencia de NUBES, aunque haga frío, porque es invierno y somos comprensivos). Podríamos llamarlo mala suerte, o yo que sé. Pero no, yo ya no creo que sea mala suerte. Es demasiado tiempo, coño, tiene que haber una mano negra celestial que se está descojonando de nosotros desde arriba. Algún San Pedro que le da al botoncito pa echar las nubes los viernes a eso de las dos de la tarde. Yo entiendo que para Dios o para quien mande ahí será gracioso ver a la gente mosqueaísima y corriendo pa no mojarse. Pa mí lo sería, para qué mentir. Sin embargo, por esa regla de que si entre semana hay buen tiempo, los findes no lo hay, solemos tener la esperanza, el deseo y la ilusión de que, si entre semana hace mal tiempo y vemos rayos y centellas, luz, fuego y destrucción golpear las ventanas de nuestra clase en el colegio/universidad, el finde hará buen tiempo, porque en teoría debería ser así, pero NO. Si entre semana está malo, el fin de semana empeora. Si entre semana está malo, en el finde no caerán gotas, caerán cortinas de agua, tsunamis celestiales, y si puede ser, de lao. Cuando digo que llueve "de lao" me refiero a que el viento y la lluvia harán una competición para ver quién echa mas cojones, con los humanos como víctimas inocentes.
¿Qué trae todo esto como consecuencias? Miles y miles de chavales que, tras la dura semana de instituto sin poder salir de sus casas (sobre todo en época de exámenes) y viendo el sol golpear su ventana, se enfrentan a la libertad del fin de semana con la alegría de poder disfrutar con sus amigos de la calle, de una cerveza, de un latigaso o cubata, de un paseito por el centro... sí... libertad... A lo que acabamos enfrentándonos es a esos miles y miles de chavales indignaísimos y a un Twitter petao de quejas y desesperación. Este invierno solo he podido disfrutar de UN DÍA de campito... Y ENFANGAO! La verdad es que no hay derecho. Yo no sé en el resto de España, pero en Jerez por lo menos, es así. Este viernes es nuestra fiesta de la primavera (tercera a la que voy) y la cosa no varía. En 2011 hizo un viento que no te lo crees ni tú. En 2012, nubes que asustaban, y para este año, lluvia por los cuatro costaos. Y en Semana Santa, más y mejor. Sin embargo, hasta que no llegue el viernes y vea que está lloviendo, mantengo la esperanza. Como cada finde, vaya. No me llames iluso porque tenga una ilusión. Y me da igual que me digan rajón, o lo que sea, pero es que me toca los huevos. El mal tiempo me hunde y me desespera, y seguro que hay más gente que piensa como yo. Y que me diguá, joé, que rajo porque quiero que pa eso es mi blog. Ea, adiós.
Y TODAVÍA HABRÁ GENTE A LA QUE LE GUSTE LA LLUVIA DE LOS COJONES. IRARCARAJO TÓS!