lunes, 26 de septiembre de 2011

Memorias de Salou (II): El verano más aburrido de mi vida

| Fecha real de escritura: 21/10/2010 |

Dicen que las buenas experiencias de verdad pueden cambiarte la vida. De una manera o de otra, por suerte o por desgracia, personalmente esta experiencia se torna en un viaje de fin de curso. A Salou (Tarragona), del 24 de junio al 1 de Julio de 2010. Era un viaje soñado, mil veces planeado y en el que teníamos ganas de hacer tantas cosas que no sabíamos por donde empezar. Playa, piscina, discotecas, noches de hotel que se convertían cada una en una anécdota diferente que contar al llegar a Jerez... el paraíso para un grupo de estudiantes que veía recompensado su trabajo -de unos más que de otros- al terminar con éxito 4º de la ESO. Toda una vida juntos en un mismo colegio para acabar de la mejor manera, con unas merecidísimas vacaciones en las que esperábamos pasarlo mejor que bien... y así fue.
  
Conocí el Camp Nou, Port Aventura, la Sagrada Familia, conocí la hiperasombrosa ciudad de Barcelona y muchas más cosas que quedarán en mi memoria para siempre. Salir alas 8 de la mañana y llegar al hotel alas 8 de la tarde y luego, a disfrutar de la estancia en la 228, exceptuando los dos días que salimos de discotequeo por Salou. Cuántos recuerdos. Tener la obligación de dormir en los autobuses para reponer fuerzas y la tranquilidad de no tener ninguna obligación, no pensar en ninguna otra preocupación que la de estar con tus tres amigos disfrutando de larguísimas rondas de cartas acompañadas de algún que otro cubatita. Éso es vida. Pero nada es para siempre y lógicamente esa magnífica semana terminaría en algún momento, y en el avión de vuelta, además de pegar más de una cabezada por las horas de no-sueño acumuladas, pensaba en lo bien que me lo había pasado, lo bonito que había sido todo en esa semana paradisiaca y en lo difícil que será volver a vivir una experiencia tan, tan excepcional como la que tuve la suerte de sentir en mis propias carnes. Sin embargo, también tenía todo un verano por delante y creía que todo seguiría así de bien, pero en Jerez... Ni de coña. El haber conocido Salou, con su hotel, sus piscinas y sus cosas me causó el llamado síndrome postvacacional en su máximo exponente. Nada me parecía bien, todo me aburría, nada me divertía. Lo experimentado en tierras catalanas dejó huella en mí y me causó un trauma que parecía que nunca iba a desaparecer.
  
Esto que viene a continuación es un vídeo que hice yo mismo del mencionado viaje:

domingo, 18 de septiembre de 2011

¡¡Yo era feliz!!

Con sólo decir que mis "momentos aquí no hay quien viva" han pasado de tener lugar por la noche a tenerlo por las tardes de los fines de semana puedo autohundirme moralmente. Y no puedo evitar pensarlo, qué remedio, es lo que me queda. Empecé el cole (quien dice "cole" dice segundo de bachillerato de letritas puras) hace tres días y ya estoy sufriendo. El primer día estuvimos ya seis horas allí y nos estuvieron dando charlas sobre selectividad y el durísimo año que nos queda por delante. Lo que más me dolió en mi corazón fue la frase de Toñi, la de filosofía: "que sepáis que este año la feria, un par de días como mucho, porque estaréis preparando los exámenes finales"... qué putadón. Lo que más me gusta del año en Jerez y resulta que la de 2012 voy a vivirla en un 20%, más o menos. Para colmo, la mayoría de mis amigos han repetido algún curso y mientras yo estudie en Mayo, ellos estarán bebiendo rebujito al solecito en dicha feria. Además, terminamos el 31 de Mayo, por lo que este curso va a correr más rápido que ninguno. Encima, el segundo día de clase ya me han puesto dos exámenes, uno el viernes que viene y otro el martes que viene, no este, sino el que viene. Vamos, tampoco sé de que me quejo, al menos tengo la suerte de haber pasado a segundo... y muchísimas personas han pasado ya por esto, por lo que si ellos han podido, yo también, que este año voy a intentar aplicarme más que nunca. Pero con la suerte que tengo, seguro que los Mayas aciertan sus predicciones y ésto se acaba en 2012, por lo que no voy a vivir ninguna feria más en condiciones. Qué dilema más grande.

sábado, 10 de septiembre de 2011

¡Planazo para rematar el verano!

Escuchando la edición especial del disco-libtro de Migue Benítez que adquirí hace tres días y de la cual me han sorprendido gratamente los doce temas que han añadido en otro CD en esta edición y el libro de poesías, retomo este blog que he tenido un poco abandonado últimamente únicamente para contar lo bien (ironía) que voy a cerrar este súper verano que me he pegado. Aunque parezca extraño, no. No me voy de fiesta, ni al Puerto ni a ningún sitio. El plan para éste sabado era una barbacoa en casa de un amigo desde el mediodía hasta eso de las ocho de la tarde -a esa hora tendría que haberme marchado yo, ahora cuento por qué- en la que se preveía comer, beber un poco y ponernos al solecito con mi guitarra a nuestro rollito. Además, contando con un piscinote interior que quita las penitas der zentío. La cosa esque el día se ha despertado nublado, y aunque hace calor, el anfritrión ha valorado el día como inapropiado para una barbacoa. Una gran manera de empezar un sábado que pensaba que iba a ser bastante entretenido. Además, no un sábado cualquiera, sino el último del verano. El último antes de un segundo de bachillerato cargadito de exámenes y agobios.

Para colmo, esta noche tampoco puedo salir, pues tengo la boda del hijo de los amigos de mis padres, los cuáles fueron nuestros vecinos bastante tiempo. Que está bien eso de ir a su boda, es lo normal, se casa el chaveita con 23 años con su plaza fija en la guardia civil y ya tiene su vida casi hecha, pero, ¿tiene que ser un sábado a las 21:00 h? (ése era el motivo por el cual tenía que irme antes de la barbacoa). Pues sí, no había mas días y a mí el último sábado del verano 2011 me va a saber a una boda en la que no voy a concoer a nadie en vez de a una fiesta por todo lo alto, como debe ser. Y el jueves, al cole, ¡qué ilusión, volver a estrenar zapatos y libros, volver a encontrar a viejos amigos y juntos volver a empezar!