martes, 16 de agosto de 2011

Antes de acostarme

Una vez más escribo en el descanso de Aquí no hay quien viva después de haber tenido el blog una semanita un poco abandonado. El aburrimiento me aburre bastante y los ojos empiezan a hacerme jugarretas como fabricar pequeñas nubecitas que me entorpecen la visión... y encima, el calor de esta torre de mi ordenador que me hace perder varios kilos cada noche. Hoy queda justo un mes para que empiece el instituto de nuevo y se me junta este amargamiento con lo dicho anteriormente y me entran unas ganas tremendas de valorar distintos métodos de suicidio. El que más me tira es el de abrir el gas, pero mis padres, mi hermana y mi perra son ajenos a todo hundimiento moral que pueda tener el que escribe. Bueno, en realidad estoy tirándome un verano exagerado. Mañana mismo al mediodía voy a casa de una amiga a pasar la tardecita con más amigos y amigas y más tarde a pasar la nochecita en la playa al ritmo de una guitarrita, un cajón y un tinglao bien montadito para celebrar el cumpleaños de un colega.

Como conclusión, digo que me marcho a dormir la mona que mañana a las diez y media estoy en planta para ir al gimnasio. Un fuerte abrazo por si no vuelvo.

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