En pleno "momento Aquí no hay quien viva" y sintiéndome pegajoso en esta habitación en la que se unen el calor veraniego de las cinco de la tarde y el calor que expulsa la torre de mi ordenador que tengo dándome justo en las costillas, me pongo a escribir sin un motivo claro pero con la intención de distraerme ya que dicho "momento Aquí no hay quien viva" se ha visto frenado hace un par de minutos por el salto a publicidad, que en Antena Neox puede ser fácilmente de un cuarto de hora, a no ser que previamente aparezca un mensaje avisándote de que volverán en X minutos. La tarde se me está haciendo eterna, aunque al menos tengo la "ilusión" de que esta noche lo pasaré bien en la feria de la Urta, en Rota... aunque también tengo la certeza de que aunque me lo pase bien durante el transcurso de la noche, todo desembocará en lo que suelen desembocar estas reuniones masivas de gente en un mismo lugar. Primero, antes de todo, el autobús repleto de gente hasta Rota. De todos modos, esa parte es la menos difícil ya que es de noche y aunque vayamos de pie, se soporta algo mejor. El problema viene a eso de las siete u ocho de la mañana, en el autobús de vuelta, cuando se une la marabunta de gente reventada de cansancio, en su mayoría borracha, entonaíta o ya de resaca -yo no, eh- que corre hacia el autobús cuando lo vé venir desde lejísimos y hay que luchar a vida o muerte para hacerse con un sitio en él... o esperar al siguiente en la estación. Ahí lo dejo, el que vaya a ir, que esté preparado. Lo bueno de esto esque sé que solo me queda un año así, el que viene, dios mediante, iré en coche.
PD.- Mientras escribía, ha vuelto a empezar ANHQV, pero sigue haciendo el mismo calor, saludos!
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